¡Ya no quiero estudiar mas!

Las malas notas, la falta de interés, las caras aburridas, la desesperación por las tareas que no quieren hacer. Finalmente el ataque de rebeldía y la decisión: Ya no quiero estudiar mas

¿Cuándo no quieren estudiar más?: 
Son adolescentes, tienen entre 12 y 16 años, están formando la personalidad que los guiará en la vida, tomando decisiones que luego deben asumir en la adultez. Justo en este momento, uno de los pilares de nuestra sociedad, comienza a derrumbarse: por distintos factores a ellos ya no les interesa el estudio, nos lo dicen y nosotras nos quedamos con la boca abierta.

Lo primero, no hacerles mucho caso: 
Todos en alguna edad pasamos por la “etapa del odio al colegio”, un período normal de nuestra vida. Por eso lo primero es no hacerles mucho caso, ignorar el tema que ya se les pasará. Ahora, si ya vemos que se vuelve recurrente, que se ponen intensos o que realmente están sintiéndose afectados en su vida cotidiana (si no quieren comer, si lloran, si siempre están tristes, si ya no hacen nada de lo que les gustaba, si se enferman todo el tiempo), el siguiente paso es indagar las razones.

Los por qué irán emergiendo lentamente: 
Estas cosas no surgen de la nada. Por eso, antes de estresarnos y enojarnos como ogros, lo primero es preguntarles porqué, qué les hace creer que todo va a solucionarse dejando el colegio...

Seguramente te dirán: 


1. Es que las clases no me generan interés.

2. Es que no me la llevo bien con mis compañeros.

3. Es que simplemente no me gusta.

Tomar cartas en el asunto: 
Los dos primeros casos están claros. Para ello quizá la solución sea descansar algunos días, cambiar de amigos, de grupo o incluso de colegio por uno que tenga una pedagogía distinta. Todo esto por complicado que parezca, puede arreglarse. Si simplemente no le gusta y no tienen razones, es aquí donde surge nuestra autoridad: “tomas clases porque es lo más conveniente para ti, porque yo como tu mamá sé que es lo mejor y porque aún estás muy chico para entender ciertos asuntos importantes de la vida que, como la educación, te abrirán un mejor futuro”.

Quizá tu encuentres razones válidas: 
Realmente no encontramos ninguna razón válida como para sacar a tus hijos del colegio, pero quizá tú si la encuentres, porque tu hijo diga algo realmente serio que te lleve a darle crédito en sus deseos de no estudiar. En ese caso, más que sacarlo definitivamente, puedes optar por un descanso que le dé oportunidad para despejarse y charlar seriamente con los profesores o directivas de la institución para que entre todos solucionen el problema de una manera menos radical.

Ahora, para que el tiempo no se vuelva eterno: 
Si con una semana en casa se quieren enloquecer, ¿qué tal sería por ejemplo unos cinco meses? Por eso, para que el tiempo no se vuelva eterno, podemos incluirlos en cursos que les ayude a encontrar su vocación, que los oriente y que además pueda darles motivación para volver al estudio. Por ejemplo: Música, fotografía, teatro o pintura.

Tampoco se trata de patrocinarles “la buena vida”
El objetivo es motivarlos para que vuelvan al colegio, que lo terminen de alguna u otra forma. Aunque suene a chantaje, podemos decirles por ejemplo que si desean más materiales para sus cursos de tiempo libre, con gusto se los daremos pero si ellos también ponen de su parte regresando al colegio. Quizá la idea no les guste mucho, pero la verdad es que mientras sean chicos, nosotras mandamos y preocuparnos por su educación es lo menos que podemos hacer.

Bilbiografía

Mamá ya no quiero estudiar mas. (s.f.). Recuperado el 08 de 03 de 2011, de Cosas de Familia: http://www.cosasdefamilia.com/pragma/documenta/CDF/secciones/CDF/MAGAZIN_CDF/FAMILIA/doc_42_HTML.html?idDocumento=42